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Uno de los elementos más importantes para la novia en el día de su boda es, sin duda, su vestido. Seguro que has soñado miles de veces en tu estilismo de ese día. Bien, pues ahora ha llegado el momento de hacerlo realidad.

Nadie dijo que sería fácil encontrar tu vestido de novia ideal, ese con el que vas a pasar más de 8 horas vestida, el que todos los invitados observarán con detalle y que quedará inmortalizado para siempre en las fotos de tu boda.

¡Vamos a ello! Hoy, desde Lledó encant te damos una serie de consejos para que estés atenta a esas señales inequívocas de que has encontrado tu vestido de novia perfecto.

Antes de ir a las tiendas de novia…

  • Infórmate. Mira revistas, blogs, webs, influencers, todo lo que quieras pero piensa en lo que realmente quieres, no en lo que se lleva.
  • Pon un presupuesto. Es importante que tengas claro cuánto estás dispuesta a gastarte para buscar vestidos que no se salgan de lo que puedes gastar. No tomes la decisión pensando que por más caro será más bonito ni te quedes con el primero que sea económico y te parezca bonito. Debes sentir realmente que es tu vestido.
  • Los acompañantes. No hace falta que vayas con una corte detrás, esto a veces puede marearte más que ayudarte. Con una o dos personas podría ser suficiente. Deben ser personas de mucha confianza que sabes que van a ser sinceras y que guardarán tu secreto más importante en estos momentos.
  • El contexto. Ten en cuenta si la boda es de día o de noche, qué complementos te gustaría lucir, dónde es la ceremonia…Todo esto te puede ayudar a hacerte una idea de lo que quieres.

Ya estás lista para probarte vestidos…

  1. Pruébate todos los que necesites. Seguramente ya tengas un listado de marcas y tiendas que visitar. Organízate la agenda con tiempo y no te cortes a la hora de probarte vestidos. En ocasiones te haces una idea pero en realidad lo que luego te sienta mejor es algo muy diferente. Que no te sepa mal, es tu día, es tu vestido, debes enamorarte de él.
  2. Siéntete tú misma. Es muy importante que no te sientas disfrazada. Está claro que es la primera vez que llevas un vestido de novia, pero cuando te veas con TU vestido sentirás que refleja tu personalidad y tu estilo natural. Debes verte al espejo y reconocerte a la perfección.
  3. La comodidad. Es vital que te sientas muy a gusto con el diseño que elijas, que puedas moverte y respirar sin dificultades. Ese día es para disfrutar, deberás bailar, abrazar, cortar la tarta y mucho más. El vestido nunca debe ser un lastre a la hora de moverte el día de tu boda. En la prueba camina con él, salta, baila, sube los brazos…
  4. Sencillez y belleza natural. No por ser la novia debes ir exagerada, a veces menos es más. Y sobre todo el vestido te tiene que favorecer, debe resaltar tu belleza natural. En las tiendas te ayudarán asesorándote sobre qué escote, qué caída, qué telas te sientan mejor según tu silueta.

La decisión final…

Te has probado todos los vestidos que has querido y estás entre dos. ¿Cuáles son las señales inequívocas de que ese es TU vestido de novia?

  • Te da pena quitártelo.
  • Tienes ganas de que llegue el gran día para poder lucirlo.
  • Te miras al espejo y te imaginas junto a tu pareja en el gran día.
  • Te encantaría enseñárselo ya a tus amigas.
  • Sueñas con él.
  • No puedes dejar de mirarlo en foto.
  • Te saltan unas lagrimitas.

Son muchos los posibles escenarios a la hora de tomar la decisión final, quizás lo tuyo con tu vestido ha sido amor a primera vista y lo tienes clarísimo. Puede que ninguno te enamore, entonces es importante que sigas buscando hasta dar con el tuyo, te aseguramos que cuando lo encuentres lo sentirás, es una sensación que no se puede explicar, simplemente se siente. Dudas entre dos preciosos vestidos, entonces te recomendamos consultarlo con la almohada y volvértelos a probar. Si es uno de ellos, en la siguiente prueba lo sabrás.

En cualquier caso, quédate con el vestido de novia que te haga suspirar a ti, ese que cuando te miras al espejo sin querer te arranca una sonrisa o que te inunda los ojos de emoción. No te dejes llevar por el gusto de tus acompañantes ni pienses en lo que pensarán de ti. Es tu vestido, es tu boda, es tu decisión. Si tu te sientes bella ese día lo transmitirás y todos te verán radiante.